miércoles, 3 de diciembre de 2008

ENTREVISTA AL DOCTOR LUTTERMAN

OPINIÓN DE UN EXPERTO
El Dr. David Lutterman, profesor emérito del Emerson College de Boston y director de la Escuela Infantil Thayer Lindsey, centrada en la familia para niños con discapacidad auditiva, ha dedicado su carrera profesional al estudio y compresión de los efectos psicológicos y emocionales que tiene la presencia de una discapacidad auditiva en la familia y al papel que desempeñan los padres. Esto le ha permitido desarrrollar con éxito un modelo de asesoramiento que permite la satisfacción y el intercambio de emociones.
¿Qué supone para las familias la presencia de una discapacidad auditiva en uno de sus hijos/as?
La familia es un sistema y, como tal, todos sus miembros se encuentran conectados entre sí. Por ello, cuando uno de ellos tiene un problema, afecta al resto de la familia. la presencia de la sordera en un hijo causa estrés en todo sistema familiar. Se necesita dedicar mucho tiempo y enegía al niño con sordera y los roles familiares necesitan redefinirse. Además, hay fuertes emociones que necesitan ser expresadas. Todo esto produce un edecto casacada, por lo que los abuelos y los hermanos también sufren stress. Los padres son el punto central del sistema familiar y la estabilidad familiar sólo se puede lograr cuando los padres han aceptado y se han adaptado al hehco de tener un hijo con sordera. por ello, es muy importante ocuparse primero de las necesidades de los padres y restaurar la estabilidad en todo el sistema familiar. Tenemos que evaluar todo lo que hacemosen términos de si es bueno para los padre o no, especialmente en las primeras etapas.
"LOS GRUPOS DE APOYO ENTRE PADRES SON ESENCIALES EN UN PROGRAMA INTEGRAL DE ASESORAMIENTO A FAMILIAS"
¿Qué cualidades personales y competencias profesionales cree que debe reunir un buen profesional para desempeñar con éxito su labor de orientación a las familias de las personas sordas?
En primer lugar, los profesionales necesitan ser capaces de escuchar con atención a los padre, de reflejar sus sentimientos y de empoderarles. Si tienes una familia con alta autoestia, tendrás éxito con el niño con sordera. Esto significa que no podemos ayudarles en exceso y crear una familia dependiente. Tenemos que estar convencidos de que los padres tienen una sabiduría interior que les permite adoptar buenas decisiones tanto para ellos, como para su hijo. Insisto, los profesionales debe centrarse en los apdres y evitar ser "reducidos" por el niño.
¿Qué valoración le merece la dedicación de padres y amdres como agentes de apoyo de las familias? ¿Qué objetivos se plantean en este sentido en los grupos con los que ha trabajado y que logros han alcanzado?
He contratado, en mi programa, a padres de niños con sordera y tienen mucho que ofrecer a otros padres. Sin embargo, hay que ser muy cuidadoso, ya que necesitan formación. Han de ser personas muy consideradas que no impongan sus experiencias personales a otros padres. Nuestra filosofía es que existen mcuhas formas de actuación y que cada familia debe encontrar la suya propia. Los orientadores están ahí para ayudarles a encontrar su propia solución y todo el personal debe ser capaz de facilitar este proceso. Pero, lo que sí es muy importante para los apdres con niños recién diagnosticados es conocer a otros padres que hayan tenido su misma experiencia en el ámbito de la sordera y, por ello, los grupos de apoyo dentro del programa, conducidos por un profesional, es un componente esencial de un programa integral.
"TENEMOS A NUESTRA DISPOSICIÓN UNA TECNOLOGÍA INCREÍBLE QUE BIEN UTILIZADA PUEDE PERMITIR AL NIÑO SORDO ALCANZAR LOS MISMOS NIVELES QUE LOS OYENTES"
¿Qué nuevas metas educativas, sociales, laborales, etc...,pueden alcanzar hoy los niños y niñas con sordera? ¿Cómo cree que estos cambios influyen en las expectativas de las familias?
Nos encontramos en un momento maravilloso en la educación de los niños y niñas con sordera. Tenmos a nuestra disposición un tecnología increíble que, si la utilizamos bien, puede permitir al niño con sordera alcanzar los mismos niveles que los niños oyentes en el colegio. Hay muy poco que no puedan hacer, pero debemos reconocer que todavía tienen algunas dificultades. Muchos de estos problemas son de carácter social cuando se intentan integrar en un colegio público. Algunos niños necesitarán signar y otros necesitarán asistir a un programa exclusivo para sordos. Debemos ofrecer todas las opciones y debemos utilizar toda la tecnología correctamente. Si lo hacemos, el niño con sordera prosperará. En mis casi cincuenta años de trabajo en este campo, me siento hoy más optimista que nunca ya que tenemos todas las herramientas necesarias para modificar las consecuencias negativas que las sorderas tempranas tienen en la educación de los niños. Pero, tenemos que utilizar estas herramientas de forma inteligente.
FUENTE: Revista FIAPAS